"Un beso, mi bello tesoro, esta noche necesito un premio,
pero regresaré con el dorado oro antes de la luz de la mañana;
y, si me acechan de repente, y me acosan durante el día,
entonces búscame a la luz de la luna,
mira por mi a la luz de la luna,
Vendré por ti a la luz de la luna aunque el infierno me impida el camino." (Alfred Noyes)

Siguiendo un estrecho camino, sorteando olivos y almendros, se llega al "Banco del Poeta", un tosco
banco de madera, encastrado en un viejo algarrobo hueco, cubierto de hiedra.
Se pueden leer las siguientes palabras grabadas:
"Ruinas y este rincón glorioso que duermen en el majestuoso valle de Bisserot, al abrigo del orgulloso Montgo
Alfred Noyes
Cuyo amor por la naturaleza y sus bellezas fue la pura esencia y propósito de su existencia"
De puntillas nos acercamos a ella, guardiana de secretos, recuerdos y poemas olvidados.
Una belleza decadente que nos dejó sobrecogidos.
Conocido principalmente por su poema romántico : "The Highwayman", inspiró esta canción de Loreena McKennitt, que os dejó, por hermosa y sugerente.
"The wind was a torrent of darkness among the gusty trees,
The moon was a ghostly galleon tossed upon cloudy seas.
The road was a ribbon of moonlight over the purple moor,
And the highwayman came riding-
Riding- riding-
The highwayman came riding, up to the old inn-door."